Learning by doing, una metodología clave para el éxito

17/11/2020 | Santander Universidades

¿Eres de esas personas que, ante un nuevo dispositivo electrónico, leen el manual de arriba a abajo? ¿O, por el contrario, eres de las que se lanzan a tocar botones para ver qué ocurre? Si eres de las segundas, estás practicando el learning by doing, que puede traducirse como aprendizaje experiencial. ¿Te imaginas qué ocurriría si extrapolamos esta forma de aprender a otros ámbitos? En este artículo encontrarás más información sobre esta metodología y cómo ponerla en práctica.

¿Qué es el learning by doing?

El learning by doing se basa en la experimentación. Se trata de desarrollar habilidades en un contexto real, para aprender a resolver los verdaderos problemas que la persona se encontrará en el mundo laboral. El objetivo principal es aprender a partir de los propios errores y aciertos

Según Roger Schank, investigador de la teoría del aprendizaje e impulsor del learning by doing, solo se aprende a través de experiencias y de situaciones que resulten interesantes para el alumnado. “El aprendizaje sucede cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”, afirma. 

El mismo Schank explica que nadie aprende de otra manera que no sea haciendo cosas. Nadie aprende a patinar leyendo un libro, sino patinando y, sobre todo, cayendo.  

En el proceso de aprendizaje de esta metodología existen 4 etapas

  • La experiencia concreta sirve como base para la observación.
  • Reflexión sobre la observación y construcción de una teoría sobre lo observado. 
  • Formación de conceptos abstractos, basados en las hipótesis. 
  • Comprobación de los conceptos en nuevas situaciones

En el ámbito educativo, por ejemplo, y tal como lo plantea la iniciativa InspiraTICs, impulsada conjuntamente por Fundación Amancio Ortega y de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, el learning by doing evita las clases magistrales y, en su lugar, se centra en la práctica. Al fomentar la propia iniciativa del alumnado y sus capacidades emprendedoras, se busca que este pierda el miedo a equivocarse y aprenda de sus errores. 

Así, el conocimiento se adquiere a partir de vivencias experimentadas en un entorno que simula una experiencia real. De esta manera, quienes participan en el proceso toman decisiones y suman sus esfuerzos para conseguir obtener los mejores resultados

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Ejemplos de learning by doing

Un ejemplo claro es el de los trabajos de investigación en cualquier etapa académica, una tarea que requiere de estudio, pero también de exploración, de trabajo de campo, de entrevistas, de resolución de problemas, de experimentación, etc. Un caso práctico puede ser la preparación, por parte del alumnado de bachillerato, de un debate entre grupos en el que cada uno debe defender una postura distinta. O, en el mismo sentido, la realización de un trabajo de investigación sobre la vida cotidiana décadas atrás, a partir de entrevistas a sus abuelos. Con todo ello, el alumnado aprende a analizar la información recibida, que puede ser diversa, a desarrollar su espíritu crítico y a sacar sus propias conclusiones.

Otro ejemplo, en este caso del campo científico-tecnológico, puede ser una clase de robótica, en la que tanto alumnado como profesorado trabajan como equipo en la construcción de un robot.

Este método también puede aplicarse a la programación informática. Es el caso de Codecademy,  una web donde tras elegir el tipo de formación en programación que quieres, se te facilitan las herramientas y recursos para programar desde el inicio sin enseñarte nada de teoría. Se trata de aprender gracias al error y al acierto.

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¿Cuáles son los beneficios del learning by doing?

Esta manera de aprender mediante la práctica fomenta capacidades y soft skills tales como:

  • La actividad. Cualquier experiencia vivida supone un enriquecimiento, una oportunidad de crecimiento, tanto personal como profesional. Esa experiencia ayuda al autoconocimiento y facilita la toma de decisiones a partir de la reflexión.
  • La participación. La motivación es clave para el éxito de un proyecto, y la voluntad de superación resulta imprescindible para avanzar ante cualquier situación. Esta unión entre motivación y superación, presente en el learning by doing, fomenta la capacidad de participación y permite actuar de la forma más adecuada ante situaciones nuevas, gracias al análisis de experiencias anteriores.   
  • La comunicación. El learning by doing facilita el intercambio de ideas entre las personas participantes, además de fomentar la práctica de la escucha activa y el desarrollo de la empatía hacia las opiniones ajenas. La unión de todo ello favorece las relaciones sociales, fundamentales en el entorno laboral. 
  • La innovación. El sistema de aprendizaje activo fomenta la capacidad de innovación de las personas, ya que se requiere encontrar el nexo común entre diversos puntos de vista. Innovar supone ser capaz de idear alternativas viables, que incorporen las opiniones y posicionamientos de cada una de las personas que forman el equipo de trabajo. 
  • El liderazgo. El refuerzo de la confianza que supone el aprendizaje activo permite que se desarrolle la capacidad de liderazgo. El hecho de contrastar ideas en un entorno de confianza incrementa el nivel de seguridad personal. 
  • La autoevaluación. El learning by doing implica un alto nivel de colaboración, tanto vertical como horizontal, lo que provoca interesantes sinergias comunicativas. En el ámbito personal, el aprendizaje vivencial posibilita el proceso de integración y autoevaluación, de manera que el trabajo en equipo progresa.   
  • El sentido crítico y análitico. El aprendizaje a través de la experiencia hace que las decisiones tomadas se basen en aquello vivido, a partir de lo cual se construye el pensamiento crítico, que resulta fundamental para analizar la información recibida. 
  • El aprendizaje mediante los errores y aciertos. Este es un aspecto clave. Aprender en base a la prueba y el error fomenta la adaptación a nuevas ideas, además de permitir aprender a ceder y a facilitar que cada miembro del equipo se desarrolle a partir de sus aportaciones al grupo. 

Las ventajas del learning by doing aplicadas a las empresas se pueden resumir en esta frase de Albert Einstein: “El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”.

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¿Cómo poner en práctica el learning by doing para progresar profesionalmente?

El mundo se comprende a través de la práctica y de la posterior reflexión sobre los hechos practicados, y estos son aspectos clave en la metodología del learning by doing.

Organizaciones de éxito, como Microsoft o HP, utilizan un modelo de desarrollo que indica que el 70% del aprendizaje profesional proviene de la experiencia en el puesto de trabajo.

La estrategia que seguir para que esta práctica suponga un progreso profesional debe basarse en actividades que aporten un valor real al proyecto o empresa. 

Un ejemplo de este tipo de estrategia puede ser fortalecer las habilidades comunicativas en otro idioma interaccionando con equipos internacionales, ayudar a una nueva incorporación en el proceso de onboarding, participar en la innovación de procesos o encargarse de la gestión de un conflicto entre compañeros o con algún proveedor o cliente.  

En esta línea, Banco Santander, en su apuesta por el desarrollo social y el tejido empresarial, impulsa varias convocatorias de becas en diferentes ámbitos: tecnología, idiomas, habilidades, liderazgo femenino, etc, con las que podrás desarrollar o mejorar algunas de las habilidades más demandadas en el ámbito laboral actual. El objetivo principal de las Santander Open Academy es acelerar el crecimiento profesional a través del aprendizaje continuo y de la mano de prestigiosas instituciones formativas.


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