Hace ya varias décadas se empezó a examinar cuáles son las cualidades necesarias en un líder y qué tipos de liderazgo existen. De la misma manera, el concepto de liderazgo femenino ha ido cobrando importancia en los últimos años. De hecho, según el informe The Business Case for Change de 2019 elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, la presencia de mujeres en los puestos de mando de las organizaciones demuestra un claro efecto positivo. En consecuencia, es importante que las empresas implementen políticas de igualdad con el fin de garantizar que el talento femenino esté presente en todos los niveles jerárquicos; sobre todo en el desempeño de cargos de mayor responsabilidad.
¿Por qué algunas personas se convierten en líderes y sus ideas reciben acogida y otras no lo logran, o necesitan imponerse por otros medios? ¿Qué hace especiales a líderes tan diferentes como Steve Jobs, Angela Merkel, Mahatma Gandhi o Michelle Obama? Se trata de una cuestión esencial, pues está en juego el encontrar a una persona que sea capaz de llevar a un equipo hacia el éxito.
Con el progreso en términos organizativos y la disrupción de nuevas habilidades, se refuerza también la necesidad de desarrollar cualidades interpersonales que las empresas ya están demandando a sus futuros líderes.
Ahora bien, existen varios criterios para clasificar los tipos de liderazgo. La evolución de las teorías a este respecto ha sido enorme. En sus inicios, se proponía la idea de un líder con capacidades innatas (carisma, inteligencia y habilidades sociales, principalmente), mientras que el resto de personas eran simplemente seguidores.
Hoy en día, al analizar los tipos de liderazgo, además de las habilidades del líder, también se tienen en cuenta variables como el contexto en el que debe navegar o el sector al que pertenece.
En el estudio The business Case for Change mencionado anteriormente, podemos observar un claro ejemplo que rompe con los estándares de género tradicionales en las organizaciones. Según los datos del informe que cuenta con una muestra de 13.000 compañías de todo el mundo, el 75% de las empresas del sector privado que han optado por incluir a mujeres en cargos directivos, han visto incrementados sus beneficios.
De hecho, en un entorno cambiante, la clave para lograr este objetivo no está en aspectos como la formación, la experiencia, el género o la edad del profesional, sino que radica en su capacidad para adaptarse a cada situación, de ejercer el liderazgo que el grupo necesita en ese momento.
No existe un estilo de liderazgo ni un líder perfecto, sino que la eficacia del líder va a depender de cada caso:
No existe un modelo ideal de liderazgo, pero estos son los 5 tipos más comunes.
Aquellos que ejercen el liderazgo de facto, sin necesidad de contar con un título que lo avale. Se trata de personas con altas dosis de carisma, capaces de presentar sus ideas con confianza y con la habilidad retórica de convencer al resto para que le sigan.
Como señala George A. Sparks, en Charismatic leadership: Findings of an exploratory investigation of the techniques of influence, estos líderes “consiguen que las personas se sientan inspiradas y actúen siguiendo sus directrices y puntos de vista, del mismo modo que el público ante un buen actor es capaz de creerse el papel que representa”.
Sustentan su liderazgo unidireccionalmente, siempre desde una posición de poder. Este estilo de dirección no permite que sus decisiones sean cuestionadas ni tiene en cuenta las opiniones del resto.
Aunque puede resultar un tipo de liderazgo efectivo en ciertos contextos (por ejemplo, cuando los subordinados se niegan a obedecer o carecen de motivación o experiencia), también puede desalentar a los trabajadores y hacerles sentir infravalorados.
Se caracterizan por fomentar la toma de decisiones de forma conjunta, teniendo en cuenta las opiniones del resto de miembros del equipo. El líder participativo cuenta con el apoyo del equipo porque este, a su vez, se siente escuchado.
Se trata de uno de los tipos de liderazgo que promueve la retención del talento: la capacidad de una empresa en hacer que las personas más válidas y valiosas se queden en la organización y no prefieran otras donde encuentren mejores condiciones. También puede resultar más ineficiente y lento si aparecen puntos de vista irreconciliables y el líder no dispone de estrategias de negociación suficientes.
Delegan en gran medida la toma de decisiones en personal capacitado para actuar. De este modo, el líder se limita a distribuir tareas y monitorizar que los objetivos se cumplen de acuerdo al plan.
Es uno de los tipos de liderazgo adecuados para equipos con miembros altamente cualificados y suele involucrar altas dosis de creatividad. No obstante, existen muchos escenarios en los que este estilo de dirección no es idóneo, como en los casos en que los empleados no son capaces de establecer o cumplir sus propios plazos de entrega.
Este estilo es apropiado para organizaciones en procesos de cambio. En este caso, el papel del líder es comunicar la visión de transformación y los objetivos que se deben cumplir e inspirar al resto para alcanzarlos.
Debido a que apunta a valores intangibles, puede resultar ineficaz para resolver problemas inesperados en el corto plazo.
Independientemente de los tipos de liderazgo que se pueden encontrar, existen ciertos factores comunes a todos ellos:
La formación es cada vez más importante, pero resulta de igual relevancia el desarrollo de la inteligencia interpersonal, definida por el psicólogo Howard Gardner como la capacidad de empatía y del manejo de las relaciones.
Estas son las 5 cualidades interpersonales que más demandan las empresas en los líderes:
Se precisan personas que sean capaces de ser referentes de seguridad y estabilidad en la empresa. Los líderes serán personas a las que los demás trabajadores puedan recurrir en caso de dudas sobre qué hacer o qué decisiones tomar.
Las empresas valoran a los líderes que sepan gestionar equipos y generar un buen entendimiento entre sus miembros. En pocas palabras: la comunicación debe ser fluida. No hay que olvidar que las relaciones interpersonales en entornos laborales son vitales para el éxito.
Los encuentros con clientes, las reuniones internas o las conferencias constituyen procesos comunes para cualquier líder de equipo. En ambos escenarios, la capacidad de hablar en público permite al profesional transmitir ideas de forma clara y así promover la confianza en sus decisiones.
Por tanto, para ejercer un liderazgo extraordinario es esencial dominar los diferentes estilos y aglutinar una serie de fortalezas. La buena noticia es que todos estos requisitos se pueden aprender a través de formación especializada. La oferta es tan amplia que puedes elegir planes específicos que respondan a tus necesidades particulares.
Las estadísticas son claras: promover el liderazgo femenino en todos sus niveles jerárquicos de la organización es beneficioso para las compañías.
El incremento en los beneficios no está solo sujeto a la presencia de mujeres en puestos directivos, sino que el volumen de puestos ocupados en toda la empresa es también determinante. Así lo demuestra, el informe citado anteriormente, The business Case for Change, cuyos resultados indican que para percibir los efectos positivos del liderazgo femenino, el porcentaje de mujeres en los puestos de mando debe ser de al menos un 30%. En la misma línea, la irrupción de mujeres líderes referentes es vital para impulsar la igualdad en el seno de las organizaciones. El mismo informe confirma que las empresas cuya CEO es una mujer muestran una mayor diversidad de género en puestos directivos.
¿Te gustaría mejorar tus habilidades para seguir avanzando en tu carrera? Banco Santander lanza 125 Becas Santander | Negotiation Programme - LSE, de la mano de reconocidos expertos de The London School of Economics and Political Science, con las que podrás mejorar tus habilidades de negociación y liderazgo.
Accederás a una exclusiva formación 100% online, en la que, a tu ritmo y durante seis semanas, podrás poner en práctica técnicas de influencia y de resolución de conflictos para poder avanzar en tu carrera con éxito hacia posiciones de liderazgo. Además, tendrás la oportunidad de compartir experiencias y aprender junto a otros futuros líderes a nivel global.
El curso está impartido por expertos de primer nivel y no tiene ningún coste para los beneficiarios. Tampoco es necesario tener un título universitario ni ser cliente de Banco Santander. Al finalizar, recibirás un certificado por parte de The London School of Economics and Political Science.
¿Quieres formar parte de una extensa red de líderes emergentes procedentes de todo el mundo? Inscríbete en la convocatoria de Becas Santander | Negotiation Programme - LSE y da un impulso a tu carrera. Y, recuerda, ¡nunca dejes de aprender!