¿Qué es un maker y qué aporta a las empresas?

¿Eres una persona curiosa y te gusta encontrar soluciones para todos los problemas de forma autodidacta? Puede que seas un maker y todavía no lo sepas. En este post te contamos qué es un maker, qué aporta a las empresas, en qué se basa la cultura maker y por qué es importante impulsarla desde la formación. 

Una de las principales características de un maker es la creatividad; sin duda, una de las habilidades más demandadas por las empresas. El Foro Económico Mundial señala en su informe El futuro del trabajo que el aprendizaje activo, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, el liderazgo, la creatividad, la innovación y la originalidad estarán entre las habilidades más demandadas en 2025. 

¿Qué es un maker?

Un maker es una persona que aprende a través de lo que hace, sobre todo en ámbitos que implican colaboración, diversión y tecnología. Generalmente, lo hace a través del conocimiento compartido en internet y, en particular, en las redes sociales. Es una persona que se ha habituado a resolver problemas de todo tipo por sí misma y que disfruta con ello. 

La cultura maker existe desde hace años, pero con la pandemia de la covid-19 se ha impulsado debido a la solidaridad y a la necesidad de compartir aprendizajes para luchar contra la enfermedad de diferentes formas: algunas personas diseñaban y cosían sus propias mascarillas, otras eran capaces de fabricar un prototipo de respirador para las UCI de los hospitales, etc.

Estos son solo algunos ejemplos de la creatividad que se puede llegar a alcanzar y el enorme potencial que tienen las personas cuando colaboran. 

Bases de la cultura maker

Ahora que ya sabes qué es un maker, es el momento de que descubras las bases de la cultura que se ha creado alrededor de esta figura. Esta cultura tiene su origen en el Do It Yourself (DIY) y, con el paso de los años, se ha ido desarrollando de tal manera que ya se pueden distinguir varios pilares en los que se fundamenta: 

• Uso de herramientas digitales para el diseño y la fabricación. En el pasado, las herramientas digitales de diseño, por lo general, eran caras y solo estaban al alcance de grandes empresas. Con el paso del tiempo, se han creado modelos adaptados que se pueden utilizar en cualquier casa o empresa pequeña. 
• Medios digitales colaborativos. Una de las características fundamentales de los makers es que hacen públicos sus conocimientos, por lo que existen multitud de plataformas colaborativas en las que publican sus avances y los comparten con otros usuarios. 
• Fabricación bajo demanda. Durante mucho tiempo, cuando una persona o una empresa quería fabricar algo, debía tener una fábrica y producir un gran volumen de su producto o productos para que fuera rentable. Con la digitalización ya no es necesario ese volumen, sino que se pueden generar productos bajo demanda. 

¿Qué beneficios aporta un maker a una empresa?

Su capacidad de crear e innovar hace que los makers estén muy solicitados por las empresas, puesto que pueden aportar diferentes beneficios: 

• Solución de problemas. Un maker es capaz de ver en cada problema una oportunidad de aprender. Así, puede aportar soluciones alternativas y dar una ventaja competitiva a la empresa en la que trabaja. 
• Trabajo en equipo. Los makers están acostumbrados a colaborar para compartir información y conseguir mejores resultados, por lo que fomentan el trabajo en equipo. 
• Adaptación a los avances tecnológicos. Las personas curiosas y acostumbradas a seguir de cerca las nuevas tecnologías, como es el caso de los makers, pueden adaptarse fácilmente a los cambios y ayudar a las empresas en su transformación digital. 

¿Por qué es necesario impulsar la cultura maker en la formación?

Ya sabes qué es un maker y todo lo que puede aportar a una empresa, pero para que esta cultura se extienda y aporte los beneficios que hemos visto a las empresas es necesario que se impulsen iniciativas de formación que aporten conocimientos a los futuros makers en las diversas etapas de su aprendizaje. 

Por otro lado, las nuevas tecnologías exigen la creación de una formación alternativa que desarrolle un aprendizaje práctico y fomente las habilidades necesarias para los trabajadores y líderes del futuro. 

El movimiento maker apuesta por una educación con estas características:

• Que sea práctica y activa, en la que no sean los profesores quienes den una lección y los alumnos quienes escuchen, sino que haya un intercambio de opiniones. 
• Que impulse el emprendimiento, de manera que cualquier persona tenga las herramientas necesarias para crear su propio negocio. 
• Que ayude a los estudiantes y profesionales a buscar soluciones creativas a los problemas mediante la experimentación y la observación. 
• Que enseñe a utilizar las nuevas tecnologías y a aplicar todos los avances que se produzcan en las tareas cotidianas. 

En definitiva, la formación es fundamental para impulsar y fomentar la cultura maker. Además, la formación continua y el aprendizaje de nuevas habilidades, sobre todo tecnológicas, son pilares básicos para que las personas que buscan empleo puedan encontrarlo, y para que los empleados mejoren sus conocimientos y las empresas tengan la garantía de que sus equipos tienen la preparación necesaria para afrontar los retos del futuro. 

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