¿Qué prefieres: un sueldo de 1.800 o de 2.000 euros mensuales? La respuesta parece lógica, pero ¿y si en el primer empleo tienes un horario flexible y, en cambio, no te sientes identificado con los valores de la segunda empresa? La decisión ya no parece tan fácil, ¿verdad?
Esto es lo que se conoce como salario emocional, un concepto que cada día cobra más protagonismo en el mercado laboral, pero ¿sabes en qué consiste exactamente el salario emocional y cuáles son sus beneficios? Te lo contamos.
Según la Asociación Española para la Calidad, el salario emocional consiste en aquellos “conceptos asociados a la retribución de un empleado en los que se incluyen cuestiones de carácter no económico y cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo y fomentando la conciliación laboral”. Es decir, el término hace referencia a aquellos beneficios tangibles o ventajas intangibles del puesto de trabajo que no quedan reflejados en la nómina, ya sea desde la posibilidad de disponer de un servicio de comedor hasta contar con un buen clima laboral.
Y es que, en la actualidad, tener un buen sueldo no equivale a sentirse satisfecho en el plano profesional. En este sentido, tal y como señala un informe de Infojobs, aunque en el 79% de los casos la motivación principal para querer cambiar de empleo en 2020 fue el salario, el 55% de los empleados se plantearon dejar su puesto de trabajo para poder disponer de un horario más flexible, ya que el 54% buscaba una mayor conciliación de la vida personal y laboral.
Asimismo, otras de las razones por las que los trabajadores abandonan su puesto son la necesidad de trabajar en un proyecto que permita asumir nuevos retos, entrar en compañías que le ayuden a ampliar sus competencias o tener proyección dentro de la empresa para poder promocionar. Desde luego, esto no quiere decir que la retribución no se deba tener en cuenta. Lo ideal es que el salario monetario y el salario emocional vayan de la mano, ya que, una vez cubiertas las necesidades monetarias, hay otros elementos que resultan vitales para tomar cualquier decisión laboral, sobre todo, en las nuevas generaciones.
De hecho, para el 35% de los jóvenes de 18 a 24 años el sueldo no es el elemento principal para aceptar un puesto de trabajo, algo que no sucede en el caso de los empleados de 55 a 64 años, de acuerdo con el Employer Brand Research 2021 de Randstad.
Esta mayor importancia del salario emocional sobre la retribución económica radica en el mayor conocimiento del impacto positivo que este tiene en el capital humano, y es que algunos de sus beneficios son:
¿En qué elementos debes fijarte para valorar el salario emocional y decidir si el puesto de trabajo encaja con tus expectativas profesionales?
Como ves, las opciones que conforman el salario emocional son múltiples. A pesar de todo, esto no quiere decir que una empresa tenga que ofrecer todas las medidas o que aplique los mismos incentivos a todos los trabajadores, sino que lo ideal es que sean personalizados. Por ejemplo, si no tienes hijos, es probable que prefieras un programa de flexibilidad laboral a un servicio de guardería en la oficina.
En la práctica, muchas empresas ya están poniendo en práctica el salario emocional. Este es el caso de Repsol, que pone a disposición de los trabajadores la opción de elegir la modalidad de trabajo, o Google, donde los empleados cuentan con comedores y restaurantes en las mismas instalaciones para facilitar la conciliación, además de zonas de descanso o esparcimiento.
Por su parte, Mercadona se convirtió en la primera empresa en España en introducir guarderías en los centros de trabajo para los hijos de sus empleados, mientras que Lidl apuesta por reforzar la salud de su plantilla con programas específicos sobre alimentación saludable, gestión del estrés, ergonomía y promoción de la actividad física.
Otras iniciativas son el proyecto Pet at Work, de Nestlé, que permite a sus profesionales acudir con sus mascotas a la oficina o las actividades de team building de Atrápalo, así como las clases de meditación, relajación y yoga de Schibsted Spain.
En definitiva, para valorar un empleo, no solo hay que tener en cuenta una adecuada remuneración, sino que también es importante valorar este tipo de incentivos. Sin embargo, recuerda que, para acceder a las mejores ofertas, tú también debes ofrecer habilidades y conocimientos a la empresa.
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